DECLARACIÓN CONJUNTA POR LA UNIDAD DE ACCIÓN DE LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS

Solo el pueblo organizado, encabezado por una clase obrera combativa, que responde a las consignas y llamamientos de su Vanguardia, es capaz de derrotar el poder de la burguesía.

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DECLARACIÓN CONJUNTA POR LA UNIDAD DE

ACCIÓN DE LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS

        UNIDAD DE ACCIÓN DE LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS, ORGANIZAR LA CONTRAOFENSIVA OBRERA Y POPULAR

        La unidad de acción política, fundamentada en acuerdos políticos concretos, y que asume las distintas expresiones organizativas como un valor y no como un escollo, es la respuesta de las organizaciones abajo firmantes al actual momento de la lucha de clases. Un momento que cuenta con un indiscutible acumulado de análisis, que coinciden todos ellos en la caracterización de la crisis general del capitalismo agónico y en la inviabilidad absoluta de encontrar vías de superación a la misma dentro del Sistema, que sean favorables a los intereses de la mayoría social trabajadora. La alternativa del Imperialismo solo puede implicar destrucción generalizada de fuerzas productivas, deterioro acelerado de las condiciones de vida de la clase trabajadora, guerra a gran escala y militarización de la sociedad.

         Ésta es la respuesta material concreta que corresponde a toda fuerza revolucionaria que asuma de forma consecuente su papel de Vanguardia.

        El compromiso de las fuerzas revolucionarias con la organización e intervención creciente de las masas es imprescindible para organizar la contraofensiva obrera y popular, para aumentar las capacidades organizativas y políticas de la clase obrera y de los sectores populares, y para hacer posible la respuesta a las agresiones sistemáticas del poder burgués con opciones de victoria.

         Solo el pueblo organizado, encabezado por una clase obrera combativa, que responde a las consignas y llamamientos de su Vanguardia, es capaz de derrotar el poder de la burguesía.

        No hay posibilidad de avanzar en el proceso revolucionario sin el protagonismo de las masas enfrentadas al Estado burgués, como resultado de un creciente proceso de confrontación política desarrollado desde las más primarias reivindicaciones materiales de su existencia.

         Corresponde a las fuerzas revolucionarias asumir ese progresivo proceso de dirección política de masas que, desde la base y en estructuras estables y soberanas, se ha de organizar en los más diversos ámbitos de intervención política, superando así nuestros propios ámbitos actuales de influencia política.

        En esta situación es indispensable tener la capacidad de intervenir con una inteligente política de alianzas, y con una amplia flexibilidad táctica y absolutamente firme en sus principios. Para avanzar en ello se requiere una absoluta confianza en el papel de la clase obrera, como la única clase potencialmente revolucionaria que irá hasta el final, hasta la conquista del poder político y el inicio de la construcción de la sociedad socialista. La historia así lo ha demostrado siempre.

         En definitiva, este es un acuerdo político profundamente anticapitalista y hacia el Socialismo, porque en su base está la convicción de la inviabilidad del capitalismo, y la necesidad de llevar la iniciativa en la organización de su derrota. Un acuerdo determinado por el protagonismo de las masas y de la clase obrera

         ACUERDOS POLÍTICOS

         El carácter estructural de la crisis general del capitalismo, está determinado por la incapacidad sistémica de mantener el ciclo de reproducción ampliada del capital a causa de la ley de la caída tendencial de la tasa de ganancia. Proceso que hoy se acelera en su desarrollo histórico imparable y que en lo inmediato está condicionado por el agotamiento del recurso masivo a la Deuda y a la creación artificial de dinero, todos ellos mecanismos directamente relacionados con la escalada inflacionista.

        En su fase última de desarrollo imperialista, el capitalismo tiende a la concentración y la centralización en un ejerció de su dictadura de clase crecientemente violenta y aún más parasitaria

        Los mecanismos de represión, censura y control social ensayados con éxito por el Imperialismo durante la pandemia Covid se perfeccionan e institucionalizan. Ahora se preparan para hacer frente al creciente descontento social y a la movilización obrera y popular, profundizando sus rasgos dictatoriales.

        El bloque de poder Occidental, liderado por los EE.UU y nucleado en torno a la OTAN, se constituye en el enemigo principal de la Humanidad.

         Las sanciones a Rusia caen como un boomerang sobre los pueblos de la UE que en hundirse sus economías y sus condiciones de vida por el doble efecto de la escalada de los precios de la energía, la escasez de materias primas, productos intermedios y la subida de los tipos de interés.

         Consecuencias terribles que están alimentando un polvorín social que pudiera estallar sincronizadamente en la UE. En definitiva, la lucha de clases se intensificará conforme la clase obrera y los sectores populares confronten su realidad material con la propaganda del Sistema

        La decadencia de su hegemonía, se expresa en una nueva realidad multipolar que emerge y abre espacio al desarrollo de nuevas complejas y diversas alianzas tácticas de carácter temporal, con el objetivo compartido de enfrentarse al enemigo principal de la Humanidad.

         En el actual escenario de guerra planetaria que impone la OTAN, en su lógica suicida, la lucha antiimperialista tiene como absoluta prioridad organizar la resistencia y rebelión popular, la unidad antifascista y la defensa de la soberanía e independencia nacional para derrotar el imperialismo.

         El revisionismo histórico que bajo el discurso de denuncia de todos los totalitarismos, trata de equiparar el nazi/fascismo con el comunismo, exige las más contundente respuesta y un decidido combate ideológico que evidencie en toda su dimensión el alcance de semejante falsedad histórica.

         La socialdemocracia, una vez más en la historia, ha demostrado sobradamente su incapacidad para representar ninguna alternativa favorable a los intereses y necesidades de la clase obrera y los sectores populares. Tanto la socialdemocracia clásica, como la que representa el oportunismo reformista en sus más diversas expresiones, se sitúan en el mismo terreno como agentes de la burguesía en el seno del proletariado.

         El gobierno de coalición PSOE/UP es un claro ejemplo de ello.

         Las políticas de pacto social y conciliación de clases son responsables, tanto del progresivo desarme organizativo y político de la clase trabajadora, como de la constante pérdida de derechos bajo el discurso de la aceptación del mal menor.

        La defensa del Derecho a la Autodeterminación – en el sentido leninista de derecho a elegir la Independencia- del conjunto de pueblos y naciones que en la actualidad conforman el Estado Español, más allá de una cuestión de principios para cualquier organización revolucionaria, se constituye en una exigencia sine qua non para superar la realidad de opresión nacional impuesto por la Constitución burguesa y monárquica del 78. La diversidad de proyectos de Estado que legítimamente defendemos cada una de las organizaciones que suscribimos esta Declaración, tienen en común que su propuesta política se sustenta en todos los casos en el poder de la clase obrera.

        MARCOS DE INTERVENCIÓN

         Un Plan Urgente de Emergencia Social, y no el incremento del gasto militar, es la respuesta inmediata necesaria a la pobreza creciente y la exclusión social que afecta a millones de personas trabajadoras. Un Plan de gestión pública, que llegue de forma inmediata a la población demandante y no se pierda en la maraña burocrática.

        Una intervención que, necesariamente, ha de situar la reclamación de medidas sociales inmediatas o de subida de salarios y pensiones en la denuncia de las causas de la carestía de la vida. Vinculando el hundimiento de las condiciones de vida con la guerra de la OTAN, las sanciones contra Rusia, los gastos militares, el deterioro de los servicios públicos o las decisiones del Banco Central Europeo sobre los tipos de interés.

         Por ello es central que en las reivindicaciones obreras y populares, como ya ocurre en otros países de Europa, aborden la lucha contra la carestía de la vida y el fin de las sanciones contra Rusia.

        Confrontar la conciliación de clases y el pacto social es el eje desde el que nuclear las prácticas sindicales de clase. La defensa del Trabajo y los servicios sociales son incompatibles con la desvalorización de la fuerza de trabajo–y menos aún llevando el precio de la fuerza de trabajo por debajo de su valor- y las privatizaciones que, cínicamente, llaman “colaboración público-privada”. Con una inflación superior al 10% no se pueden firmar convenios al 1.5%.

         Avanzar en la organización de las mujeres trabajadoras y la juventud obrera para enfrentar su creciente pauperización

        Expropiar a los bancos y a los monopolios que gestionan el sector energético, y asumir una realidad que determina el futuro inmediato de la Humanidad es una necesidad urgente, que se pone en evidencia por el fracaso incontestable del actual modelo energético para dar respuesta a la crisis de los carburantes y de las materias primas en general. Es necesario definir estratégicamente un modelo energético sostenible y enfrentar todos los retos que sitúa el cambio climático originado por la gestión capitalista de los recursos naturales. Ciento cuarenta mil millones de € de los Fondos de Recuperación de la UE entregados a los monopolios energéticos para el capitalismo verde, solo profundizan la emergencia climática y la deuda pública. La Deuda es ilegítima y no se paga.

        Salir de la OTAN y cerrar las bases yanquis. Neutralidad y desarme como inicio de la cooperación económica, social y política con todos los pueblos del mundo sobre bases democráticas y soberanas. No a Schengen, no a la UE, no al Euro.

         Finalmente, nos proponemos que estas bases programáticas puedan servir para ir desarrollando relaciones con organizaciones europeas de forma que, tras la constatación de la gran similitud entre los problemas que afectan a la clase trabajadora y sectores populares de los países de la UE, así como de las causas que los determinan, se puedan ir tejiendo los indispensables instrumentos de coordinación de luchas y unidad de acción.

        Por la unidad de acción de las fuerzas revolucionarias, para liderar una amplia unidad de fuerzas obreras y populares por la soberanía, la autodeterminación y el socialismo. Ese es el programa necesario para la intervención política en la actual coyuntura de la lucha de clases. La Revolución Socialista/Comunista es el único camino, la única alternativa viable.

AGORA GALIZA -UP

PARTIDO COMUNISTA POLA REPÚBLICA GALEGA

CRIDA COMUNISTA

HERRITAR BATASUNA

PARTIDO COMUNISTA DE LOS PUEBLOS DE ESPAÑA

COORDINACIÓN DE NÚCLEOS COMUNISTA

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