Un día después

Al acercarnos y percibir la foto de la Herritar Batasuna en Galdakao podemos observarla de dos maneras diferentes, aunque complementarias; por un lado, como una foto finish, estática, fija que nos muestra como varias decenas de militantes se posicionan frente a sus antiguos compañeros de lucha polí­tica manifestando así­ abiertamente su voluntad de emprender una andadura propia, trabajar por la creación de un espacio nacional, de clase, que refleje sin ambigüedades, ni rodeos, la lucha por la Independencia, el Socialismo y la Amnistía...

Transmitiendo el valor y arrojo de aquellos que sabiéndose hoy en franca minorí­a y sin saber con claridad, el cariz y desarrollo de lo que podría suceder y/o cuántos responderí­an al llamamiento, acuden desde distintos puntos de Euskal Herria, no sin cierto nerviosismo e improvisación, de hecho, las decisiones sobre el formato de la presentación se toman "in situ", lo cual delata dos cosas: el carácter asambleario en la toma de decisiones y lo que aún resta por andar de este "nuevo" movimiento en general, pero tan cierto como lo anterior es al mismo tiempo, la ilusión y las ganas de comenzar que se divisa en los rostros de los asistentes por empezar a dar respuestas organizadas y colectivas.

Hablábamos al principio de dos maneras de concebir la foto, pues bien, sin duda verla dialécticamente en su movimiento, como la parte alícuota de una pelí­cula aún en desarrollo, nos ayudaría a entender el proceso desarrollado por la Herritar Batasuna hasta ese instante;

Si tomamos esta imagen en movimiento y en relación con situaciones ocurridas recientemente, ésta tiene, sobre todo, la virtud de enfocar las contradicciones que han generado su propia existencia, el que las partes minoritarias que ayer formaban parte del MLNV no están de acuerdo con los pasos dados.

El nuevo recorrido, el proceso unilateral, el formato de resolución del conflicto, la rendición sin resolver el problema de los presos como parte integrante del problema polí­tico, la transformación del movimiento en partido, así­ como su posterior determinación nominalista "socialismo democrático", además de otras muchas apuestas polí­ticas realizadas por la IAO, han llevado a un lento pero progresivo alejamiento en las diversas militancias con la participación política. 

A cada tiempo político le corresponden unas imágenes en forma de respuesta polí­tica, como secuencia gráfica explicativa. 

Primero la respuesta la dieron las personas más comprometidas: la militancia y los grupos que ideológicamente identifican lucha de clases y lucha nacional como dos aspectos intrí­nsecos e inseparables del conflicto, determinadas presas y presos políticos, eso determinó que sectores que trabajaban la solidaridad y contra la represión iniciaran un proceso de organización en formato antirepresivo al margen de la línea oficial; movimientos todos ellos que presagiaban que sólo era la parte visible del iceberg que se avistaba en las filas de la IAO, la "parte" de un todo que irí­a viniendo en sus tiempos.

Las militantes en su condición de presas y expresas polí­ticas han tenido y tienen de forma personal y colectiva además del emocional y afectivo, un reconocimiento ético y político de valor inapreciable, es decir, son un capital humano capaz por sí misma y sola de catalizar y vertebrar un sentimiento/movimiento antirepresivo más aceleradamente que cualquier iniciativa prevista de articulación política (movimiento), la complejidad de éste en tanto, se trata de confluir personas capaces de presentar proyecto, táctica y estrategia común, que pongan en marcha, estructuras nuevas, métodos, aptitudes y actitudes de trabajo, que representen a diferentes militancias, doten de tranquilidad a un proceso que sin duda alguna, será largo y complicado; si para comenzar este proyecto, son necesarias las voluntades, las personas; para crecer y continuar, son necesarias e imprescindibles las "definiciones" programáticas y de principios de dicho proyecto, y esto, con esta foto, están vislumbrándose.

El movimiento por la amnistí­a no tenía ni "miedo" ni "vértigo", tuvo la valentí­a de convocar, de salir a la calle en los mismos días y en los mismos espacios, demostrando que no era una crítica en las formas lo que planteaba, sino que, lo que subyacen eran contradicciones en cuanto a fondo y forma.

Ahora construye su propia dinámica, al margen de la lí­nea IAO, seguro que, en su momento, pasaron por las mismas o parecidas sensaciones que nosotras ayer, pero poco a poco iremos creando nuestro propio espacio polí­tico y forjando una unidad de lucha en lo concreto con otros grupos.

Después de un proceso, largo en cuanto a tiempo real, pero, corto espacio en tiempo polí­tico, diferentes personas, organizaciones, colectivos, etc., hemos salido a la calle a manifestarnos, con la intención de decir y hacer.

 

HEMOS DECIDIDO EMPEZAR A CAMINAR

A hacer camino, a juntarnos, a debatir, a actuar, a activar respuestas propias y colectivas, a crear organización, a decir porqué y para qué, a construir contigo, a acompañarte y decirte vienes, pero la decisión está tomada,

 

HEMOS DECIDIDO EMPEZAR

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