EHBILDU, EL NUEVO “GESTO POR LA PAZ”

El 13 del pasado mes de Julio, la portavoz de EHBildu, Mertxe Aizpurua, en su discurso en el Congreso  español sobre el Estado de la “nación”, manifestaba:

Quiero decirles de corazón que sentimos enormemente el sufrimiento causado. Desgraciadamente el pasado no tiene ya remedio…”

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EHBILDU, EL NUEVO “GESTO POR LA PAZ”

          El 13 del pasado mes de Julio, la portavoz de EHBildu, Mertxe Aizpurua, en su discurso en el Congreso  español sobre el Estado de la “nación”, manifestaba:

          

“Quiero decirles de corazón que sentimos enormemente el sufrimiento causado. Desgraciadamente el pasado no tiene ya remedio…”

          Se refería al sufrimiento causado por ETA a su oponente en el Conflicto Vasco-Español, no al sufrimiento en general, ni al sufrimiento recibido por parte vasca; solamente al causado. Extrañados ante esta posición claudicante en boca de una Coalición que suponían abertzale, RTVE 24 h entrevistó a su compañero, el también diputado Oskar Matute, para pedirle explicaciones. Matute tiene un bonito discurso político en sus comparecencias en Radio y TV. Su tono es mesurado y su discurso progresista de izquierdas, como corresponde a su procedencia política, Alternativa, una escisión de la Izquierda Unida de Javier Madrazo. Bien es verdad que en los temas abordados, tanto por él como por sus compañeros de Coalición, nunca salen de planteamientos estrictamente reformistas, esos que pretenden situarse entre el inmovilismo reaccionario de los que explotan a las clases populares y aquellos dispuestos a llegar al grado de enfrentamiento necesario para transformar el sistema con un planteamiento revolucionario. La postura ideológica de EHBildu en lo social, no pasa de ser simplemente socialdemócrata, como la de Podemos.

          Pero cuando las cuestiones sobre las que inciden entran en el terreno de las opresiones nacionales, que afectan no solamente a Euskal Herria, sino a un buen número de pequeñas naciones sometidas actualmente por los Estados español y francés, el discurso es aún menos de recibo. En esa entrevista citada, le respondía Oskar Matute al locutor de RTVE:

              “Es una cuestión de principios. Nuestra posición contra la violencia ha sido muy clara. Somos conscientes de los múltiples sufrimientos en nuestro País. De los que ha causado ETA y de los que han causado otras violencias.”

          Cita por su nombre a una de las partes en la confrontación armada, ETA, mientras que al referirse al lado opuesto se limita a hablar de “otras violencias”, sin atreverse siquiera a identificar a su agente, que en este lado de la muga, es el Estado español. Y añade:

        “Nuestro compromiso con la paz, la no violencia y la garantía de no repetición”.

          Si la Paz supone ausencia de conflictos, respeto a derechos fundamentales y una situación conforme a la justicia, deberían denunciar, de modo permanente, la existencia del Conflicto de Euskal Herria con los Estados español y francés, con la consiguiente violación de los derechos nacionales, que mantiene a nuestro País en un estatus de injusticia y opresión. “La paz no es solo la ausencia de violencia” nos decían los predicadores…

        “Apuesta por las vías pacíficas y democráticas”

          ¿Significa esto que no están dispuestos a enfrentarse al opresor, a luchar por los derechos sociales y nacionales de su País, fuera de los cauces que aquél le imponga?

          Pero hace unos días le han vuelto a entrevistar al Sr. Matute en el mismo Congreso español y sus declaraciones no tienen desperdicio, por lo que voy a tratar de analizarlas. Con ellas ha vuelto a dejar muy clara la posición ideológica y estratégica de EHBILDU:

              “La existencia de ETA es un factor de distorsión en la propia relación entre las gentes de la Izquierda Abertzale”. “Había diferentes expresiones de la Izquierda Abertzale en Euskal Herria y la existencia de ETA significaba un obstáculo para las relaciones normalizadas y para la relación conjunta”. ”Creo que la existencia de ETA dificultaba la capacidad de unidad de acción por la posición ante sus acciones armadas”

          Claro, por eso el Sr. Otegi declaraba que “ETA sobra y estorba”. En realidad, ETA siempre ha supuesto un problema para quienes hacían una interpretación equivocada del internacionalismo. Todas las escisiones en ETA, ya desde su inicio, han tenido su raíz en desviaciones españolistas, porque para sus “relaciones normalizadas” que cita Matute, no pensaban en sus hermanos de clase bretones, catalanes o portugueses, sino exclusivamente en los españoles.

              “ETA era una organización surgida de Euskal Herria y era independentista y socialista”. “Y nosotros somos independentistas y creemos en un marco que se puede parecer más al socialismo que a cualquier otra cosa”.

          Reconoce el carácter popular, independentista y socialista de ETA pero en cuanto a EHBILDU dice que “creen en un marco que se puede parecer al socialismo…”. ¡Qué constatación más clara de que, en lo social, no aspiran a mucho más que lo hace el propio PSOE! Y en cuanto a lo nacional, el objetivo de EHBILDU queda muy bien reflejado en la afirmación siguiente:

          “La Izquierda Soberanista vasca les recuerda ( a los españoles, supongo) que siguen teniendo un problema de encaje territorial

          ¿Encaje Territorial? ¿A todo lo que aspira su “Coalición Soberanista” es a un encaje territorial en el Estado español? ¿Exactamente lo mismo que el PNV? Por cierto, ¿por qué se autotitulan “soberanistas” y no “independentistas”?. Sencillamente, porque no son independentistas.

          Oskar Matute repite en esta entrevista: “Hay un compromiso inequívoco de Bildu con la paz, con la no violencia y con la garantía de no repetición”

          La paz y la violencia. Dos términos grandilocuentes que no dicen nada si no se llenan de contenido concreto. La violencia, ¿legal, legítima, monopolio del Estado, ofensiva, defensiva, proporcionada, justa, injusta, antiviolencia, defensa propia…? El jesuita Ellacuría (Bilbao, 1969) decía: “La verdadera violencia es aquella que oprime derechos humanos, aún dentro de una cierta legalidad, no la que los promueve, usando por necesidad métodos de fuerza”. V.I. Lenin, en el otro extremo ideológico, manifestaba: “El pacifismo y la prédica abstracta de la paz, son una forma de embaucar a la clase obrera y que no se rebele contra su opresor”. De plena aplicación a la otra opresión, la nacional. Dicen los Papas: “Cada Pueblo, cada Gobierno, tienen el derecho y el deber de proteger, con medios proporcionados, su existencia y su libertad contra un injusto agresor (Twetting with GOD) ¿Qué decían Marx y Engels al respecto? Hay materia para un master, una carrera y seguir filosofando. Lo abordaremos. Respecto a eso de garantía de no repetición me suena a “usted perdone Sr. Goliat, no le volveré a herir con mi honda. Se lo garantizo”. O a los dirigentes de la Resistencia Francesa pidiendo disculpas a los nazis y asegurándoles que no repetirían sus ataques.

          “Hacer todo lo que está en nuestra mano para que jamás vuelvan a existir expresiones de violencia, al menos en lo que nosotros seamos capaces de evitar porque hay violencias que están, persisten y poco les importa lo que pueda pensar Bildu”.

          Claro que ya han hecho lo que estaba en sus manos para acabar con ETA. De las violencias de la otra parte, como están y persisten y no les importa lo que diga BILDU, pues qué le van a hacer… Esto si que es una posición ética y política impresentable.

          Toda esta filosofía y praxis política de EHBildu me recuerda a GESTO POR LA PAZ, colectivo que durante 28 años luchó bajo esos lemas contra ETA y se disolvió a poco de que ésta anunciara el cese definitivo de su actividad armada. Habían logrado, también, su objetivo.

 

Begirale

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