EL PROCESO REVOLUCIONARIO EN EUSKADI EN EL MARCO GENERAL DE LA LUCHA DE CLASES

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EL PROCESO REVOLUCIONARIO EN EUSKADI EN EL MARCO GENERAL DE LA LUCHA DE CLASES

        El carácter marxista leninista  del  análisis  se  muestra  ante  todo  en  el  análisis  de  los  intereses  de  clase  enfrentados.  Desentrañar los  intereses  materiales  de  cada  clase.  Las contradicciones entre  los  intereses  de  unas  y  otras  clases.  Separar las  contradicciones  principales  de  las  secundarias  y  las  más  importantes  de  las  subordinadas.  Identificar  las  distintas  formas en que aparece una misma contradicción y separar el aspecto dominante de  los subordinados. Este es el camino marxista leninista del análisis. Así obtiene el proletariado  la  comprensión  de  sus  intereses  objetivos  y  sobre  esa  comprensión  basa  su  política  y  su  programa. Entonces, el programa político de  los marxistas leninistas no es una técnica para  captar incautos, sino la expresión fiel de los intereses de clase de; proletariado.

  

        Cuando se examinan las condiciones de la lucha de clases en Euskadi, se llega a descubrir  en ellas ciertos  rasgos que se encuentran  también en otros  lugares riel mundo. Estos son  los  rasgos comunes a todo el capitalismo monopolista. Es sabido que en todo sistema capitalista se  hallan en conflicto  los intereses del proletariado  y  los intereses de  la burguesía. Pero con  el  desarrollo del  capital monopolista,  se desarrolla y  cambia  también  la  contradicción entre las  clases sociales. Los intereses de un sector de la burguesía entran en conflicto más y más agudo  con  las  relaciones  de  producción  monopolistas.  La  contradicción  fundamental  de  sistema  capitalista no desaparece, pero va presentando una forma distinta. La contradicción entre  los  intereses  de  clase  del  proletariado  y  los  del  sector  progresivo  de  la  burguesía,  quedan  en  segundo plano, mientras que aparece en primer término el interés común del proletariado y de  esa parte de  la burguesía por sustituir  las  relaciones de producción monopolistas. Esta  es  la  contradicción  dominante  en  el  período  monopolista  del  capitalismo  y  el  fundamento  de  la  lucha revolucionaria.  

        En Euskadi puede descubrirse la contradicción entre ciertas clases populares y el sistema  monopolista.  La  clase  dominante  no  es  la  burguesía  en  general  sino  la  oligarquía.  El  proletariado  y  un  sector  de  la  burguesía  se  encuentran  enfrentados  a  la  oligarquía  para  la  destrucción  de  su  dominación  y  de  las  relaciones  impuestas  en  ella.  Los  intereses  de  esas  ZUTIK  62zk. Iraultzakin burgeseri abertzaleak duen zer ikusia, 1971    11  diversas clases tienen en común ese carácter revolucionario. Estas condiciones de  la  lucha de  clases  en  Euskadi  se  encuentran también  en  otros  países.  La  lucha  revolucionaria  contra  el  capital monopolista es de carácter popular y no meramente proletario. Por eso, la revolución  que derroca al capitalismo monopolista no es una revolución «socialista» o proletaria, sino una  revolución popular, realizada por el proletariado juntamente con sus aliados.  

        La  democracia  popular,  implantada  por  la  revolución  en  sustitución  de  las  anteriores  relaciones monopolistas,  constituye  la  primera  forma  del  socialismo  y,  a  la  vez,  el modo  de  transición del capitalismo al socialismo, Los intereses del proletariado no son, por supuesto, los  de  la  burguesía  popular.  El  programa  del  proletariado  va  dirigido  a  la  construcción  del  socialismo, de una sociedad sin clases. Pero el camino para llegar al socialismo no es otro que el  que pasa por la revolución popular, y consciente de ello el proletariado puede concretar en ese  sentido sus objetivos revolucionarios.  

        En los escritos que estamos criticando, aludiendo a la actuación política de una parte de la  burguesía vasca contra del Estado español durante el juicio de Burgos, se dice que:   «  .. no podemos hacer abstracción y considerar a Monzón y a  los suyos abstractamente,  fuera  de  lo  que  en  estos  momentos  representan.  Que  no  podemos  afirmar  que  son  patriotas  nacionalistas  de  derecha  pero  de  oposición  al  franquismo  y  quedarnos  tan  tranquilos con ese descubrimiento. »   Efectivamente, hay que profundizar hasta los intereses de clase . Eso pensamos al menos.  Pero  no  es  lo  que  se  hace  en  estos  escritos.  Ni  una  sola  vez  se  hace  alusión  a  las  causas  materiales que  impulsan  la  lucha de esa parte de  la burguesía vasca contra  la oligarquía, raro  habría  sido  habar  de  esas  causas  ya  que  llegan  hasta  a  negar  la  existencia  misma  de  ese  enfrentamiento. Refiriéndose a la situación tras el juicio de Burgos dicen que:  «...  ya  a  que  el  sistema  no  puede  recuperarla  directamente  (...),  trata  de  recuperarla  al  menos para el carácter general de la ideología burguesa. »  ¿Desde cuándo  importa a  la oligarquía defender  la  ideología «burguesa en general»,  los  intereses  de  «la  burguesía  en  general»  y  no  lo  que  en  realidad  le  importa  que  no  es  sino  defender su propio interés monopolista en contra de los intereses de la burguesía popular y el  proletariado  ?  El  único  antagonismo  de  clase  que  son  capaces  de  ver  los  autores  de  estos  escritos es el de la burguesía y el proletariado.  

        Para esos autores, la burguesía nacionalista no es otra cosa sino pura «derecha». Pero si  derecha es  la burguesía nacionalista, derecha es  también  la oligarquía; ambos son derecha y,  por tanto, enemigos del proletariado. Pero podría también decirse que la burguesía popular es  la izquierda de la oligarquía. Entonces que es más: ¿ derecha o izquierda ?  

        Con conceptos  tan poco precisos  cargados de  subjetivismo no  se puede  llegar a ningún  lado. Solo al izquierdismo verbal, de gestos, carente de contenido real. Sin un concreto análisis  de clases, se llega fácilmente a plantearse preguntas tan sorprendentes como ésta:   «...¿hasta qué punto  la  alianza revolucionaria de  los  abertzales debe  ser una  alianza de  clases ? » (Frente).  

       

        Como si pudiese existir una alianza política que no tuviese por base una alianza de clases  Pero la contestación que se da a la pregunta es más sorprendente aun. Dicen nada menos que  eso:  

« ... depende del programa que tome ».  

        Nos hallamos en pleno relativismo. Pero habiendo prescindido de analizar  los  intereses  de  cada  clase,  ya  no  nos  debe  extrañar  que  se  levante  un  programa  sobre  finalidades  puramente subjetivas. Y así dicen:  

« ...Para los comunistas se trata de realizar un programa que salvando la independencia «  de  clase  del  proletariado,  posibilite  a  éste  la  dirección  de  la  lucha  nacional  y  por  tanto  «  el  máximo de aliados. Es decir, se  trata de que el programa que  lancemos sea admitido « por el  proletariado, más arrantzales. más baserritarras, más estudiantes, más profesiones « liberales...  Este sería un programa verdaderamente popular. » (Frente).  

        Así,  de  lo  que  se  trata  para  los  comunistas  es  de  encontrar  un  programa  para  que  el  proletariado  pueda  dirigir  la  lucha  nacional  y  tener  el máximo  de  aliados.  Como  un  agente  comercial que diseña un anuncio. Si, por el contrario, nos ciñésemos a la tarea de reflejar en un  programa  los  intereses  objetivos  del  proletariado,  no  dejarían  de  v  e  n  i  r  los  aliados.  Los  auténticos  aliados,  aquellos  cuyos  intereses  de  clase  coincidan  en  lo  principal  con  los  del  proletariado.   

ZUTIK nº-62 1971

https://www.abertzalekomunista.net/images/Liburu_PDF/MLNV/VI_BATZARRA/ZUTIK_62-Iraultzakin_burgeseri_abertzaleak_duen_zer_ikusia-1971.pdf

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