LA INFAMIA EN EL CINE

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LA INFAMIA EN EL CINE

 

       Corría el año 1.952 y un canalla traidor, -no sólamente a sus ideas presuntamente comunistas, sino fundamentalmente a verdaderos filocomunistas, tanto del Partido Comunista de los "EE.UU." como de otras Organizaciones revolucionarias-, desde entonces el repugnante nombre Elia Kazan, que delataba, y por militancias de incluso 20 años atrás, ante el macartista (en triste "honor" del senador Joseph Raymond McArthy y, aunque nunca dejó de existir, de 1.950 a 1.956) "Comité de Actividades <Antiamericanas>", repito que a verdader@s filo-comunistas, conduciéndoles/as desde el ostracismo y/o el paro profesional hasta el suicidio.

        En 1.999 dos "progresistas", del "globalizador" y neoconservador "Partido Demócrata", como lo son Martin Scorsese y Robert de Niro, entregaron el "Oscar" "honorífico" al traidor arriba citado.

       A ese nombramiento de "Hollywood", la inmensa mayoría de la "Academia" aplaudió hasta con las orejas; naturalmente, al unísono, también lo hizo el portavoz del fascista "Ayn Rand Institute", el "señor" Jeff Britting, quien llamó "héroe" al, de facto, y por criminal anticomunista, fascista de Elia Kazan.

       Menos mal que, lejos de aplaudir, y siguiendo la consigna del guionista superviviente a la antedicha "caza de brujas", de nombre Bernard Gordon, -quien pidiera que en protesta por ese vergonzoso galardón se quedasen sentad@s-, consigna que siguieron, entre otr@s, desde Grecia el también octogenario escritor y guionista estadounidense Jules Dassin, así como desde el mismo Hollywood actores/actrices como Nick Nolte y Ed Harris, que permanecieron sentad@s y sin aplaudir al repetido traidor también para el antes citado Jules Dassin.

       Hemos visto traiciones sin cesar, tales como la petición de voto para la, amén de plutócrata, "cornuda" consentida y presuntamente sospechosa de pederastia, candidata (eso sí, tras robarle el puesto al "socialista" de Bernie Sanders; empero, finalmente perdedora el 8 de noviembre de 2.016 frente a Donald John Trump) a la "Casa Blanca" Hillary "Clinton". Sí, hablo de la también ex-comunista, digo reconvertida en "social-demócrata" de Angela Yvonne Davis, quien propugnó el voto para la señora Hillary Diane Rodham "de" William Jefferson Clinton, "Bill Clinton".

       Pero, vayamos al cine "español, donde no faltan "progresistas", "demócratas" y/o neoconservadores/as, eufemísticamente autodenominad@s tod@s "social-demócratas", y por ello mismo anti-socialistas ("El principal enemigo de la Clase Obrera no es otro que la <social-democracia>", José Buenaventura Durruti Dumange dixit), que no solamente aplauden con las orejas a guiones tan falaces como mendaces, -precisamente por eso se llenan de "cabezones", digo de "Premios Goya"-, tales como los 6 otorgados en 2.022 al largometraje de Fernando León de Aranoa, titulado "El buen patrón" (2.021), -interpretado por otro que tal baila, digo que le baila el agua al "gobierno más progresista" de la histeria, que no de la Historia, léase por Jabier Bardem-, sino que ya, y en presencia de social-fascistas como Pedro Sánchez Pérez-Castejón, ni siquiera corean, y menos gritan ya, aquello, al fin y a la postre cínico, del "¡No a la guerra!", ergo tampoco a la guerra que en estos días impulsa, primero contra las Repúblicas Populares pro-rusas del Donbass (Donetsk y Lugansk) y después contra la mismísima Federación Rusa, la "OTAN" y sus borbónicas "rémoras".

        Nadie discute capacidades literarias de fascistas tales como las de Jorge Francisco Isidoro Luis Borges y más recientemente como la de Mario Vargas Llosa, por lo que tampoco vamos a descubrir la capacidad interpretativa de Jabier Ángel Encinas Bardem, "Javier Bardem"; sin embargo, sí que vamos a discutir o, mejor aún, a denunciar a continuación el presunto guión obrerista, y sin embargo interclasista de "El buen patrón".

       La película repetidamente citada, -conste que no precisamente por los pelos, sino por doblarle en premios-, la hago prevalecer en mi crítica cinematográfica a la ganadora de 3 "Goyas", a la titulada "Maixabel" por Iciar Bollaín Pérez-Mínguez (re-euskerizados nombre y primer apellido: Itziar Bollain), aparentemente obrerista, de facto, resulta no menos interclasista que lo resultaron, y por poner tan solo dos ejemplos, "Gravity" (2.013) o incluso "Roma" (2.018) de Alfonso Cuarón Orozco (en México "perdió" la "k" de su segundo apellido).

        El más que inverosímil, increíble papel del protagonista, el señor "Julio Blanco", dueño no solo de las básculas que produce sino también de la báscula de una pretendida imposible Justicia laboral en el neoliberalismo, digo de su "justicia", así como director, cuando no padre putativo de y en la vida y milagros de sus explotad@s, digo emplead@s, a l@s que permanentemente recuerda su título de propiedad. Resultan igualmente increíbles los papeles tanto del guarda jurado (como todo el mundo sabe y puede reconocer en cercanías que no resultan, llegado el caso, sino sicari@s a las órdenes del/de la patrón/a) como de la policía llamada por el patrón, la cual increíblemente permite la protesta del obrero despedido, este sí, con conciencia de clase. Tampoco resulta de recibo que el apalizamiento del obrero antedicho por orden patronal lo efectúen unos muchachos magrebíes. La situación de la becaria no empodera precisamente al género femenino, habida cuenta de que remite a dicho género la prostitución como "método" bien de "auto"-empleo, bien de promoción de entrepierna, digo interna. Ni una sola consigna, estratégicamente hablando, de Izquierdas, ergo revolucionaria; pero, si en lo social deja mucho que desear, en lo nacional (¡ojo, no confundir con estatal, digo del Estado "español"!), y con su reiterada denominación de "regional" al territorio donde se ambienta el film, ¿acaso en Catalunya Sud?, -tal y como con la también suya "Los lunes al sol" (2.002) y en el personaje de "Santa", entonces en el "Norte de <España>"-, no se queda atrás.

       En definitiva, una película para gloria del que dan en llamar "Marlon Brando <español>" (sic), sin olvidar las puñaladas machista y xenófoba, tan jacobina y "socialdemócrata" que incluso apesta.

        Mejor nos vendría revisionar, por poner tan solo unos ejemplos paradigmáticos, "Z" (1.969) y "El capital" (2.012) del cineasta con orígenes griegos Konstantino Gavras, "Costa-Gavras".

       Porque, compañer@s, el cine también deviene contra-revolucionario, por mucho que se nos asome con fondo rojo, incluso tirado por el suelo, y tanto a modo de alfombra, en modo fijo por la Avenida Highland del distrito Hollywood de Los Ángeles o en modo itinerante por el Estado social-fascista "español".

       ¿"Goyas" "rojos"? ¡Ni hablar del Peluquín", ni, como el de "El buen patrón", digo del peliculín! ¡Mejor "gallos rojos"!

 

Estilete

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