NI DE VIV@S NI DE MUERT@S
QUEREMOS VER SUS PLACAS
Vinieron, en buena parte voluntarios, cuando no a menospreciar, a despreciar e insultar a nuestra cultura vasca, llegaron para perseguirla (cuando no tras una simple mirada escrutadora, que no necesariamente de asco, un simple "bai" o un cinturón, y aunque no bicrucífero, tricolor, les bastaba para reprimir a cualquier ciudadan@ de Hegoalde); vinieron e hicieron de "camellos", llenando particularmente colegios, institutos y universidades, así como la calle en general, de droga para nuestr@s jóvenes; no pocos llegaron a traficar con todo lo que pudieron, digo permitieron, cuando no incluso impulsaron tanto las Instituciones ocupantes a ambos lados del Pirineo como las Instituciones cipayas (desde información-delación de malnacid@s bien en Euskal Herria, bien allende nuestra Patria, empero venid@s a ella por toda suerte de razones o sinrazones, a "regular" la trata de blancas y la prostitución, así como el tráfico de armas, el de inmigrantes, etc, etc, etc.); pero, sobre todo, vinieron a reprimir toda reivindicación nacional y social, mas no solamente las de la Organización Revolucionaria Vasca para la Liberación Nacional y Social de Nafarroa Osoa, las de "Euskadi Ta Askatasuna"-"ETA" y otras organizaciones revolucionarias, sino a todo un pueblo desarmado (creo que no hace falta hacer con números cuentas como las del irredento criminal recién confeso Rodolfo Martín Villa, concretamente el de su "2 a 1 para nosotros", refiriéndose a los 2 patriotas nabarros Jokin Pérez de Viñaspre Txurruka y Ceferino Sarasola Arregi, "Xefe", ambos ejecutados en Iruña aquel 11-E de 1.978...), al que aterrorizaron esos terroristas, de día uniformados y de noche "incontrolados". Decenas de miles de detenciones, miles de torturad@s y de lesionad@s, así como cientos de muert@s, no permiten tantas placas en nuestra Nafarroa, habida cuenta de que nos faltarían calles y/o plazas.