¿Movimiento juvenil vasco?

Para responder a esta pregunta es necesario aportar algunos datos importantes. Hablando de números, los jóvenes en Euskal Herria representan el 13 % del total de la población, en una horquilla de edad entre los 15 y 29 años. A recordar, Euskal Herria es una de las naciones europeas con menor proporción de jóvenes. De ellos el 51% son hombres y el 49% mujeres. Aproximadamente el 7% tienen algún hijo o hija. 

Nuestro nivel “formativo” es cada vez mayor, el 44% tenemos estudios superiores y estamos por encima de la media europea. Ha aumentado el trilingüismo del 3 al 26% y se ha reducido el abandono escolar prematuro del 18 al 8%. El 48% está estudiando y se supone que a “mayor formación”, “mayor oportunidad de empleo”. El 56% confiamos en encontrar un empleo acorde a nuestra formación y el 49% nos iríamos a trabajar fuera de nuestro país. El 31% trabajamos y el 44% tenemos un empleo temporal. El 32% trabajamos a jornada parcial, cobramos 998 € al mes de media, la mitad tenemos miedo a la precarización y/o a perder nuestro trabajo, el 18% estamos en paro, 4 de cada 10 llevamos más de un año en paro, 8 de cada 10 no tenemos prestación por desempleo. 

Nos emanciparíamos a los 24 años, pero lo hacemos a los 30 – 34 por los precios de la vivienda y las hipotecas. Es decir, poco sueldo, vivienda cara e hipotecas por las nubes, vivimos en alquiler y pagamos unos 600 € al mes. 9 de cada 10 estamos y convivimos en redes sociales, nos gusta la música y la fiesta. 1 de cada 5 ocupamos nuestro tiempo en una lonja o local, 1 de cada 4 nos relacionamos en euskera, nos gusta viajar, 6 de cada 10 hacemos deporte, la mayoría gozamos de buena salud y hábitos saludables, pero…también desfasamos...1 de cada 4 nos pasamos con el alcohol los fines de semana, un 14% hemos tenido ansiedad o depresión, la obesidad ha aumentado del 3 al 5%. 

Creemos que las instituciones no nos escuchan, que los partidos políticos no nos representan y queremos cambiar las cosas. En cuanto a los problemas sobre violencia machista, el número de casos aumenta de forma alarmante, 1 de cada 3 mujeres tiene miedo de ir solas de noche y ganan 200 € menos que los hombres en el mismo puesto de trabajo y la desigualdad en casa y en el trabajo es patente.

Aportados los datos más o menos certeros y sin haber tenido en cuenta a Iparralde, los/as jóvenes, son en su mayoría plenamente conscientes de sus situaciones y problemáticas. Cosa bien distinta es su toma de conciencia como agente activo de lucha y de la resolución de los mismos. Su conciencia de clase en general existe, aunque quizás no sepan identificarla de la forma que corresponde. 

¿Existe el movimiento juvenil vasco? ¿existe conciencia de joven trabajador/a vasco? ¿Que relación solidaria y de lucha existe con el resto de los/as trabajadores/as y otros sectores de la población? Salvo pequeños grupos de jóvenes, el resto no participa de las luchas, que como clase les debería motivar a organizarse y responder a la clase dominante. ¿Que motiva a la mayoría de los/as jóvenes? Las imágenes: BBK live festival…San Fermín…Aste Nagusia…La Blanca…Semana grande de

Donosti…Euskal encounter… cientos de fiestas de pueblos y barrios donde se ha sustituido la reivindicación y el “jaiak bai, borroka ere bai” por el “jaiak bai, jaiak ere bai”. La relación joven – fiesta es innegable y decirlo, políticamente incorrecto. La relación joven, fiesta, alcohol, drogas forman parte de una cotidianeidad preocupante.

La desmovilización y repercusiones políticas de fondo de este tipo de comportamientos son totalmente perjudiciales, además de contradictorias con el recorrido histórico de los jóvenes vascos/as hasta los años 90, al menos una parte de ellos/as.

El debate y el análisis es urgente, puesto que mientras la precariedad laboral, la explotación por la clase dominante, la insolidaridad, el casi esclavismo de gran parte de la población, la deslocalización, la violencia sobre las mujeres, la violencia que se ejerce sobre cientos de jubilados/as y pensionistas con graves problemas de subsistencia, los jóvenes en general miran hacia otro lado.

Una parte de esa juventud organizada se limita a hacer turismo político sin propuestas de solución radicales a las problemáticas existentes. Son militantes y simpatizantes de redes sociales acomodados/as frente al PC y el SmartPhone. Su lucha se limita a participar en eventos más de carácter folkloriko que de eficacia transformadora. Se sienten satisfechos/as porque cumplen a diario con sus obligaciones ético morales, que calma su conciencia y sirve como somnífero para permitirles dormir por las noches. Pero la realidad no puede esconderse, los problemas no se resuelven solos ni frente al PC o el Smartphone. Mañana cuando despertemos, veremos precariedad laboral, explotación, un modelo educativo construido por la clase dominante para perpetuar su status, bancos y policías que expulsan de sus casas a trabajadores/as sin recursos.

En Euskal Herria necesitamos urgentemente un debate serio, crítico y de carácter revolucionario, sin miedo y sin clientelismo político. Es necesario tratar temas tan complicados y espinosos como las drogodependencias, el modelo educativo, la problemática real de pueblos y barrios, pero desde una perspectiva radicalmente transformadora. Lo que existe a nivel institucional no nos sirve, no es representativo de la clase trabajadora, por lo que habrá que crearlo, poniendo los medios que nos permitan alcanzar objetivos reales, de mejora de vida de mujeres y hombres capaces de aportar capacidades, aprovechar sinergias, darle enfoque y fuerza a la comprensión y estudio de la realidad que nos rodea. 

Los partidos políticos, no son ni serán herramientas para la representatividad del pueblo trabajador vasco, ni resolverán nuestros problemas, porque esos mismos partidos políticos se han convertido en parte del problema, su objetivo no es otro que mantener y apuntalar a la burguesía, la sempiterna clase dominante. Los/as jóvenes, los mayores y nuestros abuelos/as tenemos que comprender que todos/as formamos parte del mismo conflicto, que no es otro que la lucha de clases, del dominante sobre el dominado. Partidos políticos extranjeros llamados de izquierda y de derecha que ocupan nuestro pueblo. Los nuestros propios, que se posicionan en favor de la clase dominante y una izquierda abertzale oficial que ha hecho pactos interclasistas, renunciando a su carácter de movimiento liberador y aglutinador de masas, y que ahora la sitúan por méritos propios en el centro.

Cuando en Euskal Herria exista un movimiento juvenil formado, rebelde, comprometido, transformador y organizado, entonces y solo entonces se darán las condiciones adecuadas para hablar de procesos revolucionarios y no de acuerdos centristas e interclasistas. Mientras tanto, tendremos que soportar a los/as luchadores/as de escaparate y de pegatina en la solapa, gritando consignas de manual pastoril en manifestaciones por gudaris asesinados en las prisiones de exterminio españolas. Se pasarán por algún boulevard, en su tiempo de asueto para hacer unas pintadicas contra el turismo, mientras aita y ama firman acuerdos en favor del mismo. Al menos nos queda la garantía, de que, aunque sean los/as menos tenemos en Euskal Herria jóvenes dignos/as que sabrán llevar la lucha hasta la victoria.

Herritar Batasunako militante bat

GEHIEN IRAKURRI

AZKEN BERRIAK